Exposicion de Pintura 5 septiembre 2008
SILENCIO: TEATRO
ROJO
Cita DONDE LO ESCÉNICO Y LO PICTÓRICO COMUNAN
Silencio… shhhh!El teatro rojo va a comenzar
pero primero les pido un
un segundo de silencio para los ideales caídos. Silencio: Teatro Rojo, parte de la necesidad de lograr una conjunción entre dos de las artes más antiguas de la humanidad, la pintura y el teatro. Tres sujetos, o agentes libres como nos gusta llamarnos, nos hemos puesto a pensar de qué manera pueden unirse estas dos manifestaciones sin medrar una a la otra, y sí ejecutar con empeño y rigor artístico, un espectáculo que en la medida de lo abarcativo que ambas tienen, ya desde el poder visual de la plástica, de su música interna, así como de la brutalidad que el teatro del silencio puede expresar sin conjugar un solo verbo con el sonido hablado.
El mimodrama ha probado miles de veces tener una fuerza (cuando existe una justa concordancia entre lo que se ve, lo que se quiere decir con el cuerpo y lo que se interpreta) para decir qué hay de las pasiones humanas, para decirles qué hay y cómo van y qué cuentan y qué seguirán contándonos. La pintura ve y plasma, se mete con nuestros abusos, miedos e inseguridades que repercuten en la generación de violencia, represiones y castigos fuera de nosotros mismos hacia los demás. Muchos hombres conciben un ideal y los mueve la buena voluntad, los guía, los orienta. ¿Qué, acaso es un error?
Silencio: Teatro Rojo es un espectáculo donde vemos traici nuestras buenas intenciones, donde nos mostramos desnudos ante los destinos inextricables es decir la traición de nuestros ideales. ¿La traición del ideal será nuestra condena? ¿Será que no sabemos concebir en su integridad un ideal? ¿Será que solo podemos imaginar el bien pero no es nuestro talento?
Es el ego de nuestros agentes quien los ciega, quien desde lo más profundo le dicta sus actos y creencias, sus ideales, el político, el religioso, el económico, el social. Entonces todo se convierte en una ficción, las relaciones interpersonales, convertidas en un teatro de farsa medi, eso sí, mucho de juego y nada de la formación de lazos humanos profundos. En busca de la verdad, de creer y hacer real nuestros ideales ante la represión de nuestros seudo líderes derramamos sangre que tiñe con su color aquello que consideramos nuestra ruta, nuestro camino, lleno de contradicciones que nos confronta internamente y con nuestros semejantes. Sólo rojo, sólo rojo allá afuera, rojo de guerrillas perdidas, rojo de humanidad fraternal tirada desde pedestales de hambre y miseria, seres humanos que son destruidos, que se autodestruyen, que se recrean para volver a surgir y continuar el ciclo de vida. El rojo es la voluntad que nos mueve y es… sangre. ¡Victoria! gritan todos con las manos rojas, se saludan y dicen: matamos a los enemigos con sangre y los redimimos, entonces la traición surge. Somos pues, hijos del siglo XXI y como representantes de nuestro tiempo asumimos nuestra responsabilidad y compromiso ante la humanidad de no callar lo que con silencio nos enseñaron a hacer, lo que con silencio nos hicieron creer ciegamente en una ruta conveniente para pocos y trágica para muchos. Silencio, primera llamada, primera. ¡Sed pues inofensivos como la paloma y astutos como la serpiente!
Silencio… shhhh!El teatro rojo va a comenzar
pero primero les pido un
un segundo de silencio para los ideales caídos. Silencio: Teatro Rojo, parte de la necesidad de lograr una conjunción entre dos de las artes más antiguas de la humanidad, la pintura y el teatro. Tres sujetos, o agentes libres como nos gusta llamarnos, nos hemos puesto a pensar de qué manera pueden unirse estas dos manifestaciones sin medrar una a la otra, y sí ejecutar con empeño y rigor artístico, un espectáculo que en la medida de lo abarcativo que ambas tienen, ya desde el poder visual de la plástica, de su música interna, así como de la brutalidad que el teatro del silencio puede expresar sin conjugar un solo verbo con el sonido hablado.
El mimodrama ha probado miles de veces tener una fuerza (cuando existe una justa concordancia entre lo que se ve, lo que se quiere decir con el cuerpo y lo que se interpreta) para decir qué hay de las pasiones humanas, para decirles qué hay y cómo van y qué cuentan y qué seguirán contándonos. La pintura ve y plasma, se mete con nuestros abusos, miedos e inseguridades que repercuten en la generación de violencia, represiones y castigos fuera de nosotros mismos hacia los demás. Muchos hombres conciben un ideal y los mueve la buena voluntad, los guía, los orienta. ¿Qué, acaso es un error?
Silencio: Teatro Rojo es un espectáculo donde vemos traici nuestras buenas intenciones, donde nos mostramos desnudos ante los destinos inextricables es decir la traición de nuestros ideales. ¿La traición del ideal será nuestra condena? ¿Será que no sabemos concebir en su integridad un ideal? ¿Será que solo podemos imaginar el bien pero no es nuestro talento?
Es el ego de nuestros agentes quien los ciega, quien desde lo más profundo le dicta sus actos y creencias, sus ideales, el político, el religioso, el económico, el social. Entonces todo se convierte en una ficción, las relaciones interpersonales, convertidas en un teatro de farsa medi, eso sí, mucho de juego y nada de la formación de lazos humanos profundos. En busca de la verdad, de creer y hacer real nuestros ideales ante la represión de nuestros seudo líderes derramamos sangre que tiñe con su color aquello que consideramos nuestra ruta, nuestro camino, lleno de contradicciones que nos confronta internamente y con nuestros semejantes. Sólo rojo, sólo rojo allá afuera, rojo de guerrillas perdidas, rojo de humanidad fraternal tirada desde pedestales de hambre y miseria, seres humanos que son destruidos, que se autodestruyen, que se recrean para volver a surgir y continuar el ciclo de vida. El rojo es la voluntad que nos mueve y es… sangre. ¡Victoria! gritan todos con las manos rojas, se saludan y dicen: matamos a los enemigos con sangre y los redimimos, entonces la traición surge. Somos pues, hijos del siglo XXI y como representantes de nuestro tiempo asumimos nuestra responsabilidad y compromiso ante la humanidad de no callar lo que con silencio nos enseñaron a hacer, lo que con silencio nos hicieron creer ciegamente en una ruta conveniente para pocos y trágica para muchos. Silencio, primera llamada, primera. ¡Sed pues inofensivos como la paloma y astutos como la serpiente!
"Palo de a Caballito" 80 x 60 cm Mixta/Papel
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